El pie de atleta está provocado por una infección causada por una serie de hongos, que suelen aparecer en los dedos del pie. Se desarrolla en esta zona porque los hongos crecen en ambientes cálidos y húmedos.
Además de los espacios entre los dedos del pie, existen otras zonas donde es propenso que aparezcan este tipo de hongos, como los talones y las zonas laterales del pie.
Los factores que elevan el riesgo de contraer esta infección fúngica son, además de no tener un tipo de calzado adecuado, aspectos relacionados con el ocio y deporte, patologías vasculares del propio paciente, metabólicas o relacionadas con un sistema inmune deficiente.
¿Cuál es la causa más común al contraer esta infección?
El pie de atleta, al estar provocado por un hongo, puede ser contagioso si no se toman las medidas adecuadas, ya sea por zapatos, calcetines, piscinas o duchas.
El riesgo de contraerlo se eleva aún más si llevamos zapatos cerrados y húmedos por un largo periodo de tiempo, e incluso cuando hemos sufrido ciertas lesiones en las uñas del pie o en la piel.
¿Cuáles son los síntomas del Pie de Atleta?
Entre los síntomas más comunes encontramos: ampollas, inflamación, mal olor, enrojecimiento, picor y piel seca en escamas.
¿Cómo puedo prevenirme frente al Pie de Atleta?
Nuestra ortopedias especializados recomiendan:
– Llevar a cabo una limpieza diaria de toda la zona del pie con agua y jabón.
– Mantener en la medida de lo posible los pies secos.
– El uso de calcetines de algodón para evitar la humedad y que sean transpirables.
– El uso de chanclas cuando vayas a piscinas o duchas comunitarias.
– Zapatos ventilados especiales, permitiendo así su transpiración.
Tratamiento del Pie de Atleta
El primer tratamiento recomendado es el uso personal de cremas o polvos que tratan este tipo de infecciones de fácil adquisición en la farmacia. En el caso de que en los siguientes días del tratamiento sigas teniendo los síntomas, se recomienda ir a la ortopedia para que pueda realizar una investigación más exhaustiva del problema.
